El ágora de 50x40 metros, pavimentado con losas de arenisca, está rodeado, en los lados norte y oeste, por arcadas con dos naves; el pórtico oriental era, en cambio, una nave única con habitaciones detrás. Se desconoce la forma exacta del lado sur, pero parece que no estaba ocupada por edificios altos, para permitir una vista amplia del valle a continuación. El lado oeste se agregó más tarde, y los dos períodos de construcción también se destacan por los diferentes pisos utilizados. El pórtico oriental no cerró todo el lado este de la plaza y su longitud total no superó los 24 metros. El pórtico norte de 56 metros de largo tenía dos naves con dos filas de 17 columnas dóricas. Formó un complejo unitario junto con un edificio público detrás que consta de la sala del consejo más antigua, una sala con un piso de opus signinum rojo, un patio con columnas y un peristilo con habitaciones contiguas enlucidas en blanco. En el lado occidental del peristilo hay una gran puerta de acceso a la sala del consejo. El lado oeste de la plaza aparece como una unidad arquitectónica con un solo plano y tres edificios: el pórtico, la segunda sala del consejo detrás y, en el lado sur, un templo de podio. El lado sur del ágora, aunque muy comprometido por la actividad de construcción de la época medieval, también es bastante legible: ciertamente no estaba cerrado por edificios, pero en el borde de la plaza, aunque en un nivel inferior, se encontró una serie de habitaciones, formadas por un solo piso que primero sirvió como contención para el terraplén en el que descansaba el piso del gran espacio público. Bajo el nivel de la plaza helenística, se han conservado vestigios del asentamiento arcaico tardío: se trata de paredes individuales que probablemente pertenecen a pequeñas casas con un entorno rectangular único, todavía en uso a fines del siglo VI a. C. Para la construcción de la parte norte del ágora se alisó la roca viva, por lo que no se han conservado restos del asentamiento anterior.*